El palo santo es un protector de las energías malignas y limpia el medio ambiente con su olor y propósitos magnéticos.
La roca volcánica reduce el dolor crónico en el cuerpo, principalmente de huesos y músculos. Ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo a través del sudor. Equilibra el sistema nervioso y mejora la circulación sanguínea, provocando una sensación de ligereza y descanso.
La doble protección que reciben el palo santo y la roca volcánica, te ayudará a mantener un aura y salud equilibradas y recibirás protección interna y externa.